Los medios de comunicación en masas

La verdadera revolución fue en el siglo XV. Si antes las copias se hacían mano lo que suponía mucho tiempo para cada copia, ahora se podían generar copias rápidamente. Aunque en un principio casi todos los textos que salían eran de tipo religioso, tenemos que tener en cuenta que era una época marcada por una fuerte imposición religiosa.

La revolución industrial empezó a agilizar los cambios en la sociedad tal y como se conocía. Las máquinas empiezan a realizar el trabajo de los hombres. Aparece el ferrocarril. El concepto del transporte de masas empieza a definirse. Ya se puede mover la sociedad más rápido y en más cantidad entre dos ciudades. Siguiendo con el paralelismo entre estos dos medios, transporte y comunicación, aparece el telégrafo (1840) y el teléfono (1877). Dos inventos que van a cambiar definitivamente la forma de comunicación de la sociedad.

En este momento tenemos que la velocidad de distribución de la información ha aumentado enormemente, tanto de forma oral como escrita. Por un lado, se ha conseguido transmitir información a miles de kilómetros en el momento en el que está ocurriendo (teléfono y telégrafo), y por otro, tenemos la facilidad de distribuir la misma información a mucha gente para ser leída en cualquier momento, los periódicos, panfletos, etc.